Y el
tiempo pasa, las cosas cambian y te vas dando cuenta de que tú lo haces con
ellas. Reflexionas sobre tus sentimientos hace años, meses o quizás días.. Todo
aquello que pensaste que nunca serías capaz de superar, que no podría existir
alguien que quisieras como a él, que esa persona era para siempre, que nunca te
llevarías bien con aquella.. y al final, uno tiene que comerse todas sus
palabras.. porque la vida, con sus más y sus menos, nunca podremos prevenir lo
que nos tiene preparados. Siempre nos sorprende. Y, de eso se trata, con cada
cambio, experiencia, aprender algo nuevo.
Quizás, aquello que hoy ves tan
negativo, cuando logres superarlo y vivas algo semejante, podrás actuar de
distinta manera. Desgraciadamente, el ser humano, aprende a base de caídas.
Como cuando de pequeños nos decían no vayas corriendo es peligroso, y vas, y
hasta que no ves la sangre en tu cuerpo no aprendes la lección, para la próxima
vez.. Lo peor, es que incluso sacamos nuestro peor lado masoquista y volvemos a
arriesgarnos porque tenemos ganas de correr..
Pero, lo que es seguro, es que de
cada una de esas caídas, te has vuelto a levantar.
Debes de comprender, que la mayoría de ocasiones, nada va a salir como tú lo
planeaste, que las decepciones invadirán tus bolsillos, pero otra cosa es
segura, gracias a ellas valorarás las gratificantes sorpresas que por el camino
te aguardan.
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