Quien decide cuando acaba lo viejo y empieza lo
nuevo no es un día del calendario, ni un cumpleaños, ni un nuevo año. Es un
acontecimiento grande o pequeño algo que nos cambia que nos da esperanzas. Una
nueva forma de vivir y contemplar el mundo, para dejar marchar los viejos
hábitos, los recuerdos. Lo importante es saber que siempre se puede volver a
empezar, aunque también es importante recordar que entre todo lo malo siempre
hay cosas a las que merece la pena aferrarse.
Aprendamos a disfrutar de cada momento, no a esperar los que consideramos como "buenos". "Sólo hay una forma de disfrutar la vida, viviendo como si nada fuera eterno."
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lunes, 23 de enero de 2012
Quien decide cuando acaba lo viejo y empieza lo
nuevo no es un día del calendario, ni un cumpleaños, ni un nuevo año. Es un
acontecimiento grande o pequeño algo que nos cambia que nos da esperanzas. Una
nueva forma de vivir y contemplar el mundo, para dejar marchar los viejos
hábitos, los recuerdos. Lo importante es saber que siempre se puede volver a
empezar, aunque también es importante recordar que entre todo lo malo siempre
hay cosas a las que merece la pena aferrarse.
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